Si eres los que se engancharon con Dragon Ball Super más allá de lo que viste en Z en ty infancia esta película es para ti. Y si eres de los que siempre gustó de Broly como personaje no canonico de las viejas películas, pues este te va a gustar más. Dragon Ball Super: Broly es la película que dejará contentos a fanáticos de todas las edades, e incluso a los más nostálgicos.
La película, que sigue después del torneo de fuerza que vimos al final de Dragon Ball Super, reescribe un poco la historia que ya habíamos conocido en el especial de televisión de Bardock (el padre de Gokú), cambiándole ligeramente la personalidad y mostrándonos por primera vez su relación con Ginne, la madre de Gokú.
Personajes como el padre de Vegeta y Raditz nos brindan un poco más de información sobre sus personalidades y motivaciones, mientras que el padre de Broly mantiene una personalidad muy similar a la vista en la primera película de Broly no canónica.
Hablando de Broly, es precisamente este el personaje que sufre más cambios y para bien. Mientras que en las primeras versiones del personaje lo presentaban como un decerebrado cuya única motivación era matar a Kakarotto, aquí se le hace justicia y le brindan una historia de fondo, una personalidad más compleja y, aunque mantienen un poco la irracionalidad del personaje al convertirse en Super Sayajin Legendario, también le brindan la conciencia para entender el mundo que lo rodea.
Un punto destacable de la película son las secuencias de lucha, las cuales dejan satisfechos a los espectadores que crecieron con luchas tan épicas como la batalla de Namekusein entre Gokú y Freezer. Estas secuencias de acción se ambientan con un excelso soundtrack cantado por Daichi Miura, cantante que ya conocimos en algunos episodios de Dragon Ball Super, pero que también se conoce por cantar algunas canciones de la serie de tokusatsu Kamen Raider.
En resumen, Dragon Ball Super: Broly es una experiencia que vale la pena ver en el cine, ya que sin exagerar, estarás ante la mejor película hecha del anime incluyendo las dos anteriores estrenadas en cine e incluso las viejas películas no canónicas que pudimos ver en televisión en los noventas.
